lunes, 8 de junio de 2009

HISTORIAS CORTAS Y BRIOSAS DE MUERTE: Marco Curcio y la sima del infierno

El lago Curcio (lacus Curtius) es un agujero misterioso en el suelo del Foro Romano, el nombre del lago parece estar relacionado con la Gens Curtia, importante y antigua familia romana de origen sabino. No se conoce de forma precisa cuál fue su significado en la temprana historia romana e igualmente lo fue hasta el último periodo de la República aunque hoy es de pequeño tamaño de lo mucho que lo han rellenado y pavimentado a lo largo de la dilatada historia de ROMA.


ESTE PUNTO NO SERIA MAS QUE UNA MERA CURIOSIDAD SI NO FUERA PORQUE EN LAS VARIAS LEYENDAS QUE HAY SOBRE EL, TODAS COINCIDEN EN UN PUNTO COMÚN, ERA EL ORIGEN DE UNA DE LAS "SIMAS INFINITAS" QUE DABAN A LOS POZOS DEL INFIERNO.
El lugar recibía cierta veneración en la Roma antigua, y posee una leyenda, transmitida por diversos autores, con especial importancia de Tito Livio, VII, 6, 5; Cicerón, De finibus, II, 19, 61; Valerio Máximo, V, 67; y de Varrón, aunque sobre todo del primero:


Según la tradición romana, en el año 363 a.C. se produjo una grieta en el suelo del Foro. Tras consultar al Oráculo, los sacerdotes señalaron que únicamente se cerraría si se arrojaba a su interior el más precioso de los tesoros de Roma, uno de los muchos acertijos que usaba el oráculo como respuesta.

Largas fueron las cavilaciones y las discusiones sobre tal o cual era el mas precioso tesoro, hasta que un joven patricio, Marco Curcio, afirmó que Roma no poseía tesoro más digno y precioso que la fuerza de la juventud de un generoso y valiente ciudadano. Por eso, montado a caballo y totalmente armado, se sacrifico entregándose el mismo al abismo. *Marco Curcio arrojandose al abismo segun LUCA CAMBIASO (Moneglia, 1527 – Madrid, 1585).
Mas larga fue la caída hasta los pozos infernales, más el sacrificio de sangre joven fue efectivo y el insondable abismo desapareció rellenándose y formando el lago Curcio (Lacus Curtius), para quizás reaparecer un día, como afirmaba Varró, después de que el impacto de un relámpago lo reabra. .


En las orillas del lago surgieron tres árboles de simbología positiva: una higuera, una viña y un olivo. Además, existía la costumbre de lanzar monedas al lago como ofrenda al «genio del agujero», Curcio.
*¿Unas monedas para el condenado al Tartaro por toda la eternidad?.


Asi termino la breve vida mortal del Impetuoso Marco Curcio, aunque si hacemos caso a la leyenda, un astado e imberbe demonio nacio ese dia, pertrechado como un Soldado Romano y a lomos de un corcel sin bridas cuyas carnes y crines parecen arder y fundirse continuamente.


BUENA CAZA Y BUENA MUERTE.

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